febrero 21, 2010 | By: Lizzye

Primera impresión

No pudo quitarle la mirada de encima. Jamás había visto a chica más bella en su vida.

Daniel no sabía cómo había hecho para tomar la iniciativa. Ya la había visto y miró como todos querían dan un paso adelante, pero simplemente lo daban para atrás.

Él, que siempre había sido un ejemplo a seguir de sus amigos, no podía mostrar ningún tipo de inseguridad ni mucho menos. Y es que en verdad había sido tan inseguro como todos los demás, pero, en un acto de valentía o locura, ya se hallaba ahí frente a ella.

- Hola - sonrió tratando de parecer el galán que todas decían que él era.
La chica no ocultó la sonrisa que en ese momento se dibujaba en sus labios a causa del chico posado frente. Él estaba pensando exactamente las palabras que diría para no sonar estúpido. Lo miró atenta, él se paró erguido sonriendo, pero en vista de una falta de respuesta continuó:

- Sonará estúpido pero ¿eres nueva verdad? - Ella asintió. A lo que Daniel supo qué decir entonces - Me preguntaba si ya conoces la escuela y los talleres deportivos que se ofrecen.

-No - respondió al fin - la verdad es qué no conozco nada de aquí, tiene poco que llegué de mi país.

Daniel asintió emocionado. El plan perfecto se tejió enseguida en su cabeza. No contaba con que ese plan ya era sabido por ella, quien simplemente se limitaba a seguirle el juego.

- Que descortesía. Pensaras que todos aquí somos mal educados. - Ella le mostró una bella sonrisa inocente a la que él no se pudo resistir - ¿Qué te parece si para borrar el mal sabor de boca me ofrezco a darte un tour de bienvenida a la escuela? Me gustaría enseñarte el campus. Ya sabes para que te sea más fácil localizar todo, así no se te complica nada a la hora de tus nuevas clases.

- ¿Serias tan amable de hacerlo? De verdad te lo agradecería, no he conocido hasta este momento nadie tan amable como tú, muchas gracias. - Daniel sonrió complacido y ella también lo hizo - Sólo que ahora debo irme a casa, ¿Te parece sí mañana me das ese tour? Bueno, no sé si tú estás disponible - susurró mientras dibujaba una tierna sonrisa en los labios.

- No, no, para nada - apresuró a decir - yo estoy libre mañana desde las once
- De acuerdo - ella le dirigió un ligero guiño - nos vemos mañana entonces.

Daniel asintió, la dio la media vuelta dispuesta a marcharse. Hasta ese momento Daniel cayó en cuenta de algo elemental.

- Disculpa - ella volteó - ¿Cómo te llamas?

- Nicole.

- ¿Dónde te encuentro mañana? - Nicole esbozó una sonrisa.
- Yo te encontraré primero. Nos vemos mañana - Nicole se colocó los lentes de sol y caminó contoneándose por el pasillo robando más miradas.

Daniel frunció el entrecejo y terminó por suspirar. Bueno, al menos la volvería a ver, o eso esperaba...

Se detuvo de golpe.

Demonios, él no le había dicho su nombre. Vaya presentación e impresión que se habría llevado Nicole de él.

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