septiembre 07, 2010 | By: Lizzye

Luminosa

Le dio coraje que el tuviera la boca llena de verdades. Estaba espiando, estaba cuidando y al pendiente, tan pendiente… muchísimo más que las demás personas en la escuela. Todo era culpa de esa estúpida obsesión por descubrir que pasaba. Y Claro luego de lo de la cortina sabía que algo más había en ese chico. El resplandor en sus ojos o era común ¿o sí?

La desilusionó saber que no estaba al pendiente de ella como todo los chicos, en realidad había herido su ego, normalmente le hubiera valido pero estaba vez…-cómo es posible que siendo…siendo tan… tan él… tan x no se preocupe por lo que hago-pensó sulfurada.

Precisamente eso quería leer su mente, pero era imposible porque su cerebro no funcionaba como debía, estaba tan molesta.

- Di lo que quieras, sólo no te acerques, ni te asomes a mi ventana.

- Pero está frente a la mía.

- Pues busca un método-¿y porqué algo en ella no quería que el hiciera caso a sus palabras?

Estaba que arrojaba chispas. Lo odiaba, odiaba ese día en que se cruzó frente de ella y en que su insignificancia había llamado su atención. Si eso era, era tan poquita cosa y tan insignificante que eso fue lo que llamó su atención. Porque era obvio que en todos los lados del mundo en que había estado nadie como el pasaba desapercibido, no estaba tan mal, tenía algo y su algo se justificaría como ¿insignificancia? Había más un misterio y lo descubriría.

-¡Basta!-gritó pensando en la única manera de sacar toda esa energía, para no terminar destruyendo sus muebles o gritando y que su vecino la oyera. Cambió el camisón por un traje de baño de una sola pieza color blanco y se dirigió a su única salida, nadar.

Nicole amaba tanto nadar. Desde siempre era su mejor distractor. Miró al cielo, las estrellas y la luna estaban extremadamente brillosas. Las noches eran lo mejor para alguien como ella, su especie se recargaba con noches así, aunque ahora que lo pensaba por fin dejaba de estar nublado en mucho tiempo. Era una noche hermosa, tan luminosa, de esas que se comparten en pareja. Sintió una mirada y se arrojó a la alberca.

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