septiembre 18, 2010 | By: Sabrina Knight

Jamás

- ¡Romina! - Exclamó el profesor entre sorprendido y temeroso por lo que acababa de pasar. - ¿Por qué tan tarde bella?
- Mucho tráfico y lluvia - dijo sin siquiera mirarlo. - ¿Por qué está ella ahí?
- Facil. No habías llegado y necesitabamos empezar.
- ¿Sin la actriz principal? - tenía que contener la respiración. Estaba tan furiosa, tan fuera de si que podía hacer una locura sin pensarlo. - No entiendo cómo es posible que se ensayen sólo con la suplente y el telonero. ¿Qué no ve que pierde el tiempo?
- Claro que si, pero...
- No me diga que quiere cambiarme por ésta rubia sin chiste.
- Romina no ofendas a tu compañera... ven - se acercó a ella y la tomó del hombro - acompañame y no hagas corajes.
- ¡Pero esto es una humillación! - gritó haciendo berrinche y negandose a acompañarlo. Miró a Zack que no podía pronunciar ni una palabra. Lo miró con mucho coraje, se dio la media vuelta y acompañó al profesor.

El profesor hablaba y decía, trataba de controlarla, tranquilizarla, pero todo era en vano. No podía borrar de su cabeza la imagen de esa tonta con Zack casi besandose. No le importaba en lo más mínimo la tonta obra ¡Que se fuera al diablo con su estúpida obra! Pero Zack no le podía hacer eso, no podía cambiarla por esa tonta, eso jamás.

- ¿Y qué se supone que debo hacer profesor? ¿Aplaudirle por humillarme?
- La intensión no era humillarte. Entiende que no había nadie y pues...
- Pues sabe que, ¡puede hacer con su obra lo que le plazca!
- ¿La estas dejando?
- ¿Y dejarle el camino libre a esa simplona? ¡Nunca!
- ¿Qué quieres decir?
- Que mientras son los ensayos puede hacer lo que quiera, pero escucheme, ¡JAMAS me va a cambiar por esa estúpida! - Lo señaló con el dedo justo enmedio de la frente y él puso los ojos en blanco. Lo odiaba, la odiaba a ella y no le iba a quitar lo que era suyo.

Pronto el maestro cayó en una banca y Romina lo dejó de señalar. Respiró más tranquila, había desquitado algo de su furia con él. Pero aun le quedaba un asunto pendiente.
Regresó y vio a Zack esperandola sentado en el escenario, en cuanto la vio se levantó y fue a ella.

- Romina, escucha yo no quería, pero no había...
- Está bien - dijo increiblemente más serena - el profesor me dijo que no había nadie. - Miró a Nicole que estaba parada sonriendole con tanta soberbia que le causó que se le revolviera el estómago. - Lamento mucho si te grité - dijo bajando la mirada como si estuviera apenada. - No estoy acostumbrada a ver que alguien más ensaye por mi.
- Deberías llegar a tiempo, no vaya a ser que te dejen fuera de la obra.
- Un error lo cometen todos, pero creeme... no volverá a pasar.

Se volvieron a ver retándose una a la otra. Ambas sonrieron como si nada hubiera pasado.

- Vamonos Zack, el profesor se tuvo que ir y ya no habrá más ensayos por hoy.
- ¿No traes coche?
- Me trajo Daniel.
- Claro, te llevo.
- Gracias - le sonrió y como si nada le dio un ligero beso en los labios. - no sé qué haría sin ti.

Zack la miró aun dubitativo, pero ella rodeó su cuello con sus brazos y le dio otro beso, pero más largo y profundo aun.

- Vamonos - lo tomó de la mano y lo llevó hasta la puerta. Zack volteó a ver a Nicole, pero ella ya no estaba. Estaba seguro de que ella seguía ahí, pero... - ¿Pasa algo Zack?
- No... nada.

Romina lo volvió a besar y se fueron al estacionamiento juntos tomados de la mano.

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