julio 10, 2018 | By: Sabrina Knight

Desesperación

Estaba creciendo la desesperación de Daniel. ¿Dónde carajos estaba Nicole? ¿Por qué no le contestaba las llamadas? En un arranque de desesperación fue a casa de Nicole para buscarla.
El dolor de Nicole no podía durar más de dos días, por más que quería pensar que era normal, algo lo hacía sentir que no era así.

Se estacionó como pudo y se bajó con una impaciencia cruel.

- ¡Nicole!  ¡Nicole! ¡NICOLE! Nicole, carajo, ábreme, por favor amor... ¡Nicole! - pero no recibió ninguna respuesta.

¿Y si estaba dormida? ¿Y si en realidad su desesperación era en realidad un presentimiento de que algo se encontraba muy mal? ¿Y si le había pasado algo a Nicole?

- ¡NICOLE! - Daniel golpeó la puerta iracundo, con los peores pensamientos rondando su cabeza. Tenía que entrar, inmediatamente tenía que hacerlo. ¿Pero cómo?

¿Y si hablaba al 911? ¿A la policía? ¿A los bomberos? ¿A quién carajos le podía hablar? Entonces una idea le llegó a la cabeza. ¡Claro! Era tan obvio, que se golpeó la cabeza por no haberlo pensado antes.

Tocó el timbre de la casa de Zack, aun con calmada angustia. Nadie.

- ¡No es posible, carajo! - volvió a tocar el timbre exasperado - ¡Zack! ¡ZACK! ¡Por Dios, ábreme, es urgente! ¡Zacarías, Zack! ¡Zack!
- ¿Daniel? - preguntaron detrás de él, Daniel sintió un gran alivio.
- Señora, qué gusto verla ¿No está Zack?
- ¿Zack? No lo sé, ayer tuve guardia y no he visto ¿Qué pasa querido? ¿Estás bien?
- No señora, es que, verá, Nicole desde el viernes no sé nada de ella, dijo que se sentía mal y ya no me contesta las llamadas, no me abre la puerta, no sé si haya algo malo.
- ¡No me digas!
- Sí, por eso le quería pedir permiso si me dejaba brincar la ventana de Zack para poder ver si está bien.
- Pero claro Dani. Claro, pásate.
- Gracias señora.

Daniel subió corriendo las escaleras y entró al cuarto desarreglado de Zack, ignoró todo y se dirigió a la ventana. La abrió y se dio cuenta de que la distancia entre su ventana y la de su amada era demasiado como para sólo brincarla. En ese momento se odió por no estar en atletismo.  Trató de asomarse y vio que estaba cerrada la ventana, pero que las cortinas estaban corridas, su cama estaba vacía.

¿Dónde podría estar? Se quedó sentado en la cama de Zack tratando de pensar qué podía hacer para dar con Nicole.

- ¿Dani? - la tía de Zack se asomó por la puerta - No te puedes brincar, ¿verdad? - Daniel negó con la cabeza tristemente. - Qué bueno, porque creo que te tengo una pista.

La tía de Zack sonrió y le dio un papel escrito con una hermosa caligrafía a Daniel. Era la letra de Nicole.

Daniel se levantó de un brinco y leyó la nota. ¿Una emergencia?

- ¿A dónde fueron? ¿Dónde están?
- No lo sé Dani, le traté de marcar a Zack y nada. - Daniel estaba ya bastante angustiado y molesto. ¿Por qué no fue capaz de ir y acercarse a él que era SU NOVIO? ¿Por qué Zack? ¿Por qué tenía que enterarse así de esto? - Pero no te preocupes Dani, deben estar bien. Zack es un chico muy responsable.
- Responsable... - resopló - más le vale que no se aproveche de ella.
- ¿Pero cómo crees?
- Señora, me puedo quedar la nota?
- Por supuesto.
- Gracias ¿De verdad no tiene idea de dónde puede estar?
- No, revisé y el coche de Zack sigue en el garaje. No tengo ni idea.
- Está bien, gracias... - ambos salieron del cuarto de Zack. - Señora, y si sabe algo de ellos...
- Te llamo de inmediato, no te preocupes.
- Gracias señora.
- De nada Dani.

Daniel salió con la cabeza baja, pensando en dónde demonios podían estar esos dos. Más le valía a Zack que no se tratara de aprovechar de Nicole. El desgraciado se las iba a pagar, no debió de aventajar la situación con Nick... Las tripas del chico estaban desechas, la desesperación había cambiado, ahora ya no era la salud de Nicole, era que Zack fuera a sacar ventaja de su mujer.

Lo mataría apenas supiera de él.

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