octubre 16, 2010 | By: Sabrina Knight

Llanto

No podía evitar estar molesta, más que molesta: furiosa. En realidad estaba tan mal que no podía decir nada. Estaba trabada del coraje.


Zack estaba perdido en sus pensamientos, no podía borrarse la imagen de Nicole cantando tan cerca de él. Era eso y que en verdad estaba tan sorprendido de haber cantado, jamás lo había hecho, y parecía que hasta lo hacía no tan mal.

Romina suspiraba tratando de tranquilarse, sabía que pelear, molestarse y hasta ignorar a Zack podía ser peor para ella. Pero tampoco tenía el humor para ser la bella Romina que todos conocían.

Se fueron inclusive lento, Zack estaba tan perdido y Romina tan enojada que ninguno de los dos se dio cuenta de la velocidad en que iban. Los pensamientos de Zack no avanzaron mucho, era como si tratara de recordar ese momento y no moverlo, dejarlo para la posteridad como una fotografía mental... un bello recuerdo.

Romina fue la primera en reaccionar de los dos. Volteó a verlo y algo dentro de ella la hizo sentir mal. Seguía furiosa, pero era algo más que sólo haber tratado de haberle quitado el papel principal, era mucho más, algo tan dentro de ella que le estaba aplastando el corazón. Pero no lo iba a reconocer.

- ¿A dónde vamos? - preguntó ella y Zack despertó de sus sueños, se encogió de hombros. - ¿Entonces a dónde estas manejando?
- No lo sé, sólo manejaba por inercia.
- ¿A dónde?
- No sé - Romina giró la cabeza a un lado y frunció el entrecejo. Necesitaba mantener el control, pero le costaba tanto. Imaginaba la escena de Zack y Nicole juntos y las tripas se le revolvían.

De nuevo se quedaron en silencio. Esta vez Zack ya empezaba a notar la molestia de Romina, lo primero que le vino a la cabeza fue que estaba enojada porque Nicole había ocupado el lugar de ella, y conociendo a Romina, debía estar muy ofendida.

Romina volteó y encontró la mirada de Zack en ella. Lo supo en sus ojos, se sentía avergonzado y mal con ella. Eso era todo lo que necesitaba.

Cruzó los brazos, pero no como signo de molestia, sino como para protegerse y giró la cabeza a la ventana de forma dramática, dio un suspiro entrecortado y su respiración la siguió. Puso su mano en el rostro y se la pasó ligeramente por los ojos, simulando para que Zack lo notara pero no fuera tan obvio.

Y efectivamente, Zack lo notó. Siguió avanzando entre la lluvia que había cesado un poco, pero de pronto empezó a caer trombas de agua encima de ellos. El ruido se volvía tan fuerte y empañaba los vidrios que Zack decidió estacionar el auto en una calle mientras la lluvia pasaba. O ese era el pretexto.

Pronto Romina dejó de disimular y las lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas, pero no dejaba de ver la ventana, no miraba a Zack, él sólo veía como Romina se agitaba con su llanto silencioso.

Zack no sabía qué hacer. Jamás había visto a Romina llorar, ni Romina ni a ninguna otra chica, al menos no junto a él. ¿Qué debía de hacer? Según él todo era por la obra. Ya estaba arrepentido por haber aceptado ese papel que no le correspondía. No podía soportar la idea de Romina llorando, la quería mucho como para verla así... ¡Y todavía se imaginaba con Nicole! Que arrepentido estaba.

- Romina... ¿Estas bien? - Eso había sido estúpido. Era obvio que no estaba bien, pero no se le ocurría qué más preguntar. Romina entre su llanto frunció el entrecejo. Zack era tan tonto en eso, pero sacaría ventaja.
- No... - dijo apenas en un respiro.
- ¿Por qué lloras?
- Perdón, no quería hacerlo... - se intentó limpiar el llanto - es que... no, olvídalo, es tonto.
- No, dime ¿Qué pasa? Es por la obra ¿verdad? Yo no quería tomar ese papel, también me molestó que el maestro le diera tu papel a ella, pero es que no había llegado nadie y yo no quise, sólo soy el telonero, no sé cantar y lo sabes y...
- Ya se, no te estoy culpando - interrumpió a Zack que ya había agarrado carrera con las excusas. Romina se limpió de nuevo el rostro y con la mirada agachada prosiguió - No es sólo eso, han sido ya tantas cosas.
- ¿Además de la obra?
- La obra es una cosa más, es que... ya son muchas cosas Zack. No quiero sonar más dramática pero, siento que todo me ha salido mal, todo - Zack se quedó en silencio mientras Romina dejaba de caer las lágrimas sin disimulo - La obra, mi casa, la escuela, inclusive Estefanía me dejó de hablar y no sé porqué. Perdón Zack, pero ya me cansé que parecer que todo está bien, es como si alguien estuviera poniendo todo en contra mía, no sé si es el destino o alguien o... no sé.

Su llanto no dejaba de cesar, era como si la lluvia y ella lloraran al mismo ritmo e intensidad. Sólo que Zack no se dio cuenta de la lluvia de fuera, sólo sentía un gran pesar y remordimiento. Le pesaba ver llorar a Romina que sintió sólo un deseo por ella...

La abrazó y Romina, fuera de hacer algo por hacerlo sentir mal o simplemente ganar terreno contra Nicole, se sintió protegida. Por un momento no supo que hacer ni sentir, pero al sentir el calor del abrazo de Zack rompió en un llanto real mientras que Zack sólo pasaba su mano por su cabello apretándola fuertemente. Ni Romina ni Zack dijeron alguna palabra más hasta que el llanto de ella paró y con ella la lluvia.

Se separaron, Zack le limpió el rostro y le hizo el cabello atrás de la oreja. Ambos sonrieron y, aun en silencio se tomaron de la mano. Romina se sintió mejor después del desahogo y Zack dejó de pensar en Nicole, al menos ante la presencia de Romina.

- ¿Tienes hambre? - preguntó Zack y Romina asintió. Separaron sus manos y Zack arrancó el auto aun sin destino fijo, Romina se recargó en su hombro sin dejar de sonreír.

¿Que si seguía molesta? Claro, aun lo estaba. La humillación que le había hecho pasar Nicole jamás se le borraría de la mente, pero ahora podía pasarlo por alto, no quería arruinar ese momento con Zack en el cual se sentía muy tranquila y contenta.

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