julio 19, 2010 | By: Lizzye

Mientras dormia

Con los primeros rayos del sol Nicole estaba despierta alistandosé para ejecutar el plan. Si comprobaba el lío tratarìa de solucionar el problema en el colegio, sino lo haría más tarde. Un vestido color miel sería el compañero ideal para resaltar aun más la figura y sonrisas angelicales que le abririan el camino para deshacer los errores del día anterior. Recogió su cabellera en un sencillo peinado y no se puso ni una sola gota de maquillaje hoy menos que nunca la necesitaba. Después alimentarse el día anterior su brillo deslumbraba más de lo normal.

A propósito espero a Daniel, sabía exactamente lo que ocurriría cuando él la viera. Mientras el chico se perdía en sus propios sueños con respecto a ella, se introdujó en su mente. Sólo encontró uno con un pequeño matiz misterioso con respecto a un par de segundos de su desaparición que él mismo no mismo creía imposible y por tanto habìa dejado de lado, así que no habría que borrar nada más.

Comprobó que el amigo cuando menos recupero el sentido de ida a su casa, cosa que ya sabía pues lo había visto en la noche, así que no necesitaba más. Escuchó pasos y una voz que ahora le parecía familiar. Zac que venía acompañado por la hermana de Daniel. Sin pensar más en el asunto más se marchó, prometiendole a Daniel verlo pronto. Y claro que lo vería para utilizarlo, o ponerlo de su lado según fuera necesario, porque una cosa era segura era bien parecido, popular y no le desagraba el aroma de su sangre, era un tanto apetecible.

La segunda parte era volver al grupo de teatro, con la única intensión de destacar más, hacer crecer su fama y humillar al profesor que se iba a dar de topes al descubrir que se estaba perdiendo de la mayor estrella posible. Simplemente tenía un plan con respecto a eso que ya ejecutaria luego. En tanto seguiría allí esperando y de paso enterandose de los acontecimientos más importantes del lugar, que junto con sus amigas la tal Romina iba cantando feliz en clases de teatro.

Trató de leer la mente del chico x, pero nada. No hubo respuesta alguna. Lo que faltaba uno de esos fénomenos que van por la vida con un cerebro que trabaja de manera distinta a los demás, de esos a los que es casi imposible que algún día puedas leer, dificíl más no imposible además amaba los retos. Tendría que intentarlo ya luego y lograr descubrir su manera de ver todo. Varias veces había logrado leer mentes raras y torcidas y esta no sería la excepción.

Nicole trató de no colocarse en la ventana del balcón por la noche para evitar ver a ese hombre que tanta frustracción le causaba. Sólo que muy d evez en cuando se sorprendía dando una pequeña mirada a ver si así lograba descubrir algo más de esa intriga que causaba.

Los días transcurrían normales, clases y una pequeña rutina. Además Estefanía una chica que le había parecido antes era amiga de Romina comenzó a acercarse a ella con la intensión de ser amigas. Comenzaba por buen camino. Una nueva "amiga". Nicole no creía, ni creería en eso jamás. Y los demás chicos del colegio poco a poco hacían a un lado su instinto de supervivencia y comenzaban a acercarse a ella para invitarla a participar en eventos y hasta a salir. Su encanto iba cautivando y comenzaban a caer.

Todo marchaba bien. Evasión a Daniel, popularidad ascendente y el tal x parecía estar mejor pesé a la palidez que mostraba su rostro luego del pelotazo, además parecía no sospechar nada de lo ocurrido. Seguía intentando inútilmente leer sus pensamientos y esconderse bien para no ser vista por en la casa vecina. Un día el chico fue llevado de emergencia al hospital algo andaba mal no cabía duda, problemas suyos.

Mientras caminaba por los pasillos con la intensión de ir a su clase de inglés escuchó los rumores que cuchicheaban varios alumnos. Involucraban a Daniel saliendo deprisa a un hospital llevando a un chico que nadie sabia quien era al hospital ¡Él! pensó de inmediato.

Algo dentro de ella se alarmó. Apresuró su paso con dirección al estacionamiento. La idea era encontrar la manera de saber más del asunto sin resultar sospechosa ante Daniel, pero el cómo era lo dirficíl, entonces la vió a lo lejos era Romina. Aguzó el oido para descubrir la voz de Daniel al télefono con su hermana.

-Hospital los Angeles del sur. Te estoy diciendo que estabamos de lo normar cuando perdió el sentido sin razón-Romina se percató de la mirada de Nicole, sin embargo no encesitaba más tenía todos los datos. Sin pensarlo y en un descuido de la otra desapareció. Corrió a una velocidad extrema sin importarle nada. Si u humano la veía correr simplemente pensaría que fue una mancha o su imaginación, Necesitaba saber que demonios pasaba.

Llegó la hospital. No le costó ni un segundo burlar la seguridad. Entrar a terapía intensiva y esconderse tras de la cortina mientras los médicos discutian las razones del estado de coma del chico ¡COMA! La palabra resonó en la habitación mientras los doctores se dirigían afuera a dar la noticia.

Se acercó hasta la cama en dónde estaba durmiendo. Nunca lo había visto tan de cerca. Ni los muchos aparatos a su alrededor de los que estaban conectado, ni la misma muerte a la que él si podía acceder lograban robar algo en su semblante que tanto llamaba su atención. Horrible que los humanos fueran tan frágiles y por un simple coma pudieran morir, pero mayormente malo era que precisamente él, el chico misterioso que tanto la desconsertaba se fuera a ir de allí sin siquiera poder haber podido descubrir el misterio que la envolvía tanto y la hacia estar pendiente. ¡No! no se iba a morir. Bueno y si moriía a ella que importaba se reprendió y su única respuesta fue no sin descubrir el misterio.

Además, se dio cuenta de que era muy atractivo. Era extraño que las chicas del colegio no se percataran de eso, de que era guapo, más que su mismo amigo Daniel, tenía un misterio y una mirada que aunque ahora mismo no podía apreciar ocultaba secretos. Eso creía ella y viendolo allí desvalido, sintió tristeza. Una rara melancolía por no poder ayudar a ese simple mortal.

-¡Despierta pronto que hay un secreto que debo descubrir y soy verdaderamente obsesiva!-susurró a su oido y salió de la habitación.

Volvió a la escuela por su auto. Cogió el celular y marcó el celular que amablemente Estefania le habia dado-Daniel esperó que estés bien. No sé exactamente que paso, pero si necesitas algo. nuestros horarios son muy distintos cierto pero una llamada si lo necesitas podemos hablar.

Nicole sabía muy bien lo que seguía, estar de incondicional con Daniel y de paso enterarse de todo lo que apsaba en el lugar. Eso haría más fácil que su popularidad creciea que todo fuera mejor. Además el sim´le chico ese estaría bien ella lo sabía en el fondo y el tiempo del coma pensó más tranquiila tal vez ayudaría a descubrir más cosas.

-No sabes lo que significa para mí-dijo quebradó.

-¿Dónde estás ahora?

-En mí casa, la tía de Zac creyó que era mejor así.

-Está bien trata de descansar. Nos vemos pronto-dijo y colgó par amarcar un nuevo número.

Estefanía se emocionó al pensar que el interes de Nicole en Daniel era mucho mayor y encantada le dió su dirección.
En cuanto estuuvo afuera volvió a llamar no tuvo que esperar nada.

-¿Sí? Es un placer volverte a escuchar-dijo un poco más alegre.

-Y para mí va a ser un placer que salgas de tu casa.

-¿Qué?

-5 minutos ¡Anda!

Salió de prisa y en cuantó la vió su mirada resplandeció. Nicole le sonrió mientras el le abrió la puerta del auto para ayduarla a bajar.

-Vine rápido a ofrecerte mi apoyo. Creó que ese chico es importante para tí y te quiero mal-lo abrazó dejandolo tan sorprendido. Nicole rió por lo bajo al leer la mente de Daniel que se sentía en un sueño perfecto del que no quería despertar ¿Y porqué no completarlo?

-Nicole yo... gracias. De verdad represent amucho para mí que...Nicole se acercó timidamente hasta el y comenzó a besarlo.

Daniel sorprendido se dejo llevar ante lo que ella se retiró,

-No debí hacerlo... lo siento tanto-y salió corriendo del lugar. Arrancó el auto. Daniel comenzó a llamar. E la no respodió las primeras veces.

Le pidió disuclpas mil veces por si la habia ofendid. Le dijo muchas cosas y ella a todas egó que había sido mucho atrevimiento de su parte aunque el beso de verdad que lo había disfrutado.

-¡No debí hacerlo! ¿qué vas apensar de mí? ¡perdoname! ¡me deje llevar! ¡no debí! Estoy muy apenada. Ya sabes dóndestoy si necesitas algo, pero es mejor no vernos por un tiempo. El télefono cuando quieras pero vernos mejor no. Lo siento de verdad -colgó dando el tono dramático que necesitaba.

Los días pasaban lentamente. El chico no despertaba. En la escuela no hablan más de él. Daniel intentó encontrar varias veces a Nicole para que hablaran de frente pero ella estaba buscando el tiempo exacto para volver a verlo, hasta dejo de ir a clase de teatro para evadirlo alegando malestar. Sabía de ante malo cuan especial era ahora ella en su vida. Le llamaba todo el tiempo hablaban de cosas simples pero de verse nada, prohibido.

Con respecto a Zac por las noches Nicole se colaba en el hospital aprovechando que la tía salia a ratos y trataba inútilmente de entrar a sus pensamientos.

-Comienzó a desesperarme de que no despiertes. Así no puedo averiguar nada de nada. No es que te estés perdiendo de muchas cosas, la escuela sigue igual de aburrida. Los días están lluviosos y las vidas siguen tal cual. No seas flojo. Anda necesito saber más y poder descubrir tu torcida mente. Ya en serio despierta bello durmiente-susurro a su oido y se marchó.

Al día siguiente el chisme del chico fuera del coma amigo de Daniel se extendió. El chico había despertado. Nicole no pudo evitar sonreír, el juego, su propio juego iba a comenzar y ahora estaba bien el otro contendiente.

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